
Dos activistas le tiraron sopa al cuadro de la Mona Lisa en París el domingo 28 de enero. Foto: Getty Images
La Mona Lisa, una de las obras de arte más reconocidas a nivel mundial, ha sido objeto de atención durante décadas por diversas razones, y muchas veces por cuestiones negativas. El último incidente ocurrió el domingo 28 de enero, cuando activistas lanzaron sopa al cristal protector de la pintura en el Museo del Louvre en París.
Ante la mirada atónita de los visitantes, las manifestantes proclamaron consignas en favor de un sistema alimentario “sano y sostenible”, declarando que “nuestro sistema agrícola está enfermo”.
Este no es el primer incidente que involucra a la pintura del siglo XVI. A lo largo de los años, la Mona Lisa ha sido blanco de ataques con piedras, pasteles y pintura. Incluso, en una ocasión, desapareció misteriosamente del museo. Estos son algunos de los episodios que han contribuido a cimentar su estatus de ícono popular.
El robo que la catapultó a la fama

Vincenzo Peruggia no era un conocedor de arte, ni un ladrón especializado. Foto: Getty Images
El 29 de agosto de 1911, un italiano llamado Vincenzo Peruggia logró entrar al Louvre mientras estaba cerrado al público. Peruggia, quien había trabajado en el museo en 1910 e instalado la puerta de vidrio que protegía la obra maestra, sabía cómo estaba fijada la pintura en el marco. Sin necesidad de un plan elaborado, extrajo la pintura y se la llevó.
El robo no fue descubierto hasta el día siguiente, y el museo permaneció cerrado durante una semana mientras se realizaba la investigación. La noticia del “robo del siglo” apareció en todos los periódicos de la época, y la Mona Lisa se convirtió en una celebridad al nivel de las estrellas de cine y los cantantes.
La desaparición de la pintura se convirtió en un asunto de Estado en Francia, y despertó grandes pasiones. El poeta Guillaume Apollinaire fue encarcelado durante una semana, y el pintor español Pablo Picasso fue otro de los sospechosos, aunque ambos eran inocentes.
Los historiadores sostienen que este escándalo fue lo que catapultó la fama que hoy tiene la Mona Lisa. Antes del robo, era una obra destacada del Louvre junto a muchas otras, pero después, la pintura de Da Vinci adquirió una fama única.
La Mona Lisa estuvo desaparecida durante más de dos años, durante los cuales multitudes acudieron al Louvre solo para ver el espacio vacío donde solía estar el pequeño retrato. Finalmente, fue recuperada el 10 de diciembre de 1913, cuando Peruggia fue capturado después de entregar la pintura a Alfredo Geri, un anticuario de Florencia.
Tras su captura, Peruggia intentó alegar que su motivación era patriótica, afirmando que pensaba que Napoleón había robado la pintura de Italia y que su misión era devolverla a su hogar. También argumentó que había sido víctima de racismo por parte de sus colegas franceses. Sin embargo, ninguna de estas afirmaciones le sirvió, y fue condenado a un año y 15 días de cárcel, que luego se redujeron a siete meses y nueve días.
Durante los años siguientes, y en plena Segunda Guerra Mundial, la pintura fue trasladada por diversos lugares secretos en Francia para evitar que fuera dañada por los nazis. Pero una vez finalizado el conflicto bélico, la Mona Lisa fue devuelta al museo y desde entonces nunca más ha sido robada.
Ataques a la Mona Lisa
A pesar de su protección, la Mona Lisa ha sido objeto de varios ataques. Uno de los más recordados ocurrió en 1956, cuando un turista boliviano llamado Hugo Unzaga lanzó una piedra que impactó en el cristal de protección de la obra. El golpe fue tan fuerte que rompió el cristal, provocando el desprendimiento de un sector del óleo, precisamente a la altura del codo izquierdo de La Gioconda.

La pintura renacentista está protegida por vidrio desde los años 50 del pasado siglo. Foto: Getty Images
En 1974, una japonesa en silla de ruedas arrojó pintura roja durante el primer día de exhibición del cuadro en el Museo Nacional de Tokio, en Japón. Se dijo que el objetivo de la mujer, llamada Tomoko Yonezu, era protestar contra la política del museo, que dificultaba el acceso a las personas discapacitadas.
En 2009, una turista rusa lanzó una taza de té de porcelana que había logrado ingresar escondida en su bolso de mano. Aunque la taza se rompió en mil pedazos al golpearse con el cristal protector, la pintura quedó intacta. Más tarde, se dijo que la turista lo había hecho en protesta contra las autoridades francesas, que supuestamente le habían denegado la ciudadanía de ese país.
En mayo de 2022, la Mona Lisa fue objeto de otro incidente: un hombre disfrazado de anciana en silla de ruedas le lanzó un pastel. La obra no resultó dañada en el incidente, pero el vidrio que la cubre quedó manchado con crema blanca. El autor del ataque estaba vestido con una peluca y llevaba lápiz labial. Mientras lo escoltaban fuera del recinto, urgió a la sociedad a «pensar en la Tierra». Además, arrojó rosas en la galería.
(Con información de BBC Mundo)
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