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La noticia en nuestro podcast la puso Carlos Lazo desde su canal en Youtube. El destacado activista contra el bloqueo que lidera Puentes de amor, ha lanzado un aviso, un llamado de alerta y a la vez una convocatoria a movilizarse en apoyo a la anunciada visita de la cantante norteamericana Norah Jones a Cuba, pues apenas se anunció que lo haría, los odiadores salieron a pedirle que no lo hiciera.

Luego de confesar que no había oído hablar de ella hasta que salió el anuncio, Bárbara Betancourt comentó que, según los resultados de su búsqueda en internet y con jóvenes seguidores, la Jones es una artista de altos quilates y, por suerte, residente en Nueva York, un área hasta hoy alejada de la toxicidad de Miami.

En Wikipedia se la presenta como Geethali Norah Shankar Jones, cantante, compositora, pianista y actriz estadounidense. Ganadora de nueve premios Grammy, que ha vendido como cantante más de 40 millones de discos y que su música combina elementos de jazz, blues, soul, country y pop.

Después de conocer esos detalles, no era difícil conjeturar que tras su anuncio saldría la jauría a condenar su viaje y si es posible (como lo ha sido tantas veces) evitarlo. Por lo que dice Carlos Lazo no han demorado nada en saltarle al cuello a la artista. Ya en Facebook, Instagram y otras plataformas, destacados odiadores hacen campaña contra el viaje. Pero también van saliendo a defenderlo cubanas y cubanos que ofrecen desde sus perfiles, cálidas bienvenidas a Norah Jones.

Lo raro, lo verdaderamente inesperado sería que no salieran los cancerberos a amenazar a la cantante, apuntó Reinier Duardo. Recordemos que pasó con The Rolling Stone y con cuanta figura de relieve internacional se permite anunciar su deseo de actuar en Cuba.

El anuncio coincide con otra buena del mundo de la cultura: la llegada de varios artistas cubanos residentes en el exterior que ya están animando el segundo festival «Cuba va conmigo», un prólogo artístico a la cercana reunión de La Nación y la Emigración que está por celebrarse en La Habana. Eso es lo natural, lo que ocurre en cualquier parte del mundo, viva donde viva el artista. Sólo los radicados en Miami son llevados hasta el límite y quebrados, como cuenta Lazo.

Y hablando de Miami, ahora las redes del odio se han calentado con el anuncio del humorista Andy Vázquez de que se retira de sus acciones políticas y parece que hasta se muda de Miami. Lo cuenta la Guerrera cubana en su emisión del miércoles.

Si bien Andy no dice qué pasó con la casa y el carro cero millas que le habían regalado al llegar a Miami, sí se declaró varias veces muy decepcionado y abandonado a su suerte, razón por la cual se aleja de los temas políticos. Se refiere a los temas anticubanos, que son impuestos por la llamada industria del anticastrismo, cuyos manejadores usan y abusan de los artistas recién llegados, obligándoles a pagar fuertes tributos en declaraciones políticas, si quieren tener algún contrato en la ciudad del Sol.

Apenas salió la directa del arrepentimiento, el más feroz de los odiadores en redes, lo emplazó como si fuera un policía del régimen de Miami: «yo sé que no es por eso…» suena a «cuidado con desertar de esa tarea»… ¿Amenazas?

Mafia, responde Reinier. Ese es lenguaje de mafias. En esa propia trasmisión de la Guerrera cubana se dice que al parecer a Andy también le pusieron varias tareas para pagar peaje político como mover noticias contra su país y facilitar salidas de Cuba y ahora está pidiendo que los recién llegados asuman, porque él se cansó y se va de Miami.

Seguramente hay más, aunque cada vez importará menos. Esta es solo otra cruz para el cementerio de los artistas cubanos. Seguiremos Chapeando. Y esperando a Norah Jones.

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